27.5.13

SER HUMANO



via Peony Lim


Continuamente se nos olvida que el vivir se puede desvanecer en segundos, es cierto que no podemos vivir pensando siempre en el final, pero sí debemos ser conscientes del valor de nuestra existencia y no jugar con ella. Gastar esta cosa de motivación y no dar importancia a lo que no la tiene, debemos ser personas en el sentido más profundo, luchar por amor, por el amor de nuestras vidas, porque al fin y al cabo somos amor y nos movemos por amor, quien no cree en el amor, de alguna u otra manera, no cree en nada.

El amor de nuestras vidas es la familia a la que queremos, son los amigos a los que hacemos familia, son los compañeros que acaban siendo amigos, son los profesores que de alguna manera terminan por ser pupilos, y con fortuna (si es que ésta existe, realmente yo no lo creo), es una persona que se convierte en tu mitad, un espectador íntimo de tu vida; y además, si se les tiene, los hijos.

Son muchas las veces que me dejo ganar por la tristeza, aunque cada vez son menos las que me gana, y en realidad es egoísta sentirme mal porque tengo infinitos motivos para no hacerlo. Gozo de existir, de ser, gozo de importar, gozo de querer y que me quieran, es sencillo. Creo que el problema de este mundo, de esta sociedad, es que se olvida continuamente de la existencia del amor, y que se alejan demasiado de ser humanos, de ser personas. Pienso que si todas estas personas "importantes" (porque les hemos dejado serlo) llegasen a asimilar este sentimiento, el de ser personas, sin naciones, sin culturas, sin poder, sin sexo, sin adornos; personas que emergen del vientre de su madre y un día deja de latirles el corazón, se darían cuenta de que todos, TODOS, somos iguales. Todos somos niños, todos tememos, todos o casi todos nos enamoramos, todos soñamos, todos sufrimos, todos nos cansamos, todos reímos, todos perseguimos algo, por pequeño que sea el motivo, y que todos buscamos lo mismo: ser felices, hay quien tiende a ser infeliz, pero su felicidad es la de no serlo.

Fomentar la humanidad en una sociedad que no se la plantea y que vive en un continuo enfrentamiento, enfrentamientos entre individuos, entre sexualidades, entre sexos, entre ideologías, entre pueblos, entre culturas, entre clases, entre naciones, entre modas, es una tarea ardua, ¿imposible?

Vivimos en un lugar falto de empatía, falto de amor, falto de sentido común, falto de personas dispuestas a escuchar, a echarte una mano, falto, como ya he dicho, de HUMANIDAD. Una actitud suicida que logra que la existencia pierda significado y esencia, cuando una sociedad que superó hace ya tiempo su minoría de edad se obstina en no ser libre, se aferra a los prejuicios y disfruta con el sufrimiento ajeno, obvia lo principal, y sobretodo, que cada uno de nosotros, todos y cada uno, tenemos un botón, que si lo aprieta la persona precisa, nos destruye. Todos tenemos algo intocable, por escondido que esté, lo tenemos, lo cual hace reflexionar sobre en cuánto somos distintos y en cuánto iguales. Pero lo más importante, cuánto vale lo que nos diferencia y cuánto vale lo que nos une. ¿No es cierto que cuando llegas al núcleo de esta reflexión observas que nuestras similitudes son lo esencial en la existencia de todo individuo?





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