28.6.12




 No puedo decir mucho más, ha sido tiempo de silencio prolongado. No por no tener algo que decir, sino por el miedo a decir todo lo que me atormenta dentro. Miedo a quemar mis dedos en las teclas, que el dolor congelase mi cuerpo y mis pupilas se apagasen al leerlo todo por segunda vez. Creo que hoy es el día de empezar de nuevo con esta afición convertida en necesidad. Porque vale la pena hacer eternos los sentimientos, las sensaciones, la esencia de cada etapa, para así retomarlas y reflexionar más adelante. Hoy para mis prácticamente nulos lectores escribo otra vez. Porque he de luchar para volver a ser yo misma, he de luchar por retomar mi aliento, la garra, la confianza y la fuerza, esa fuerza que no sé si me acompaña, pero no me empuja a volver a triunfar. He de trepar por este abrupto promontorio, porque desde arriba se ve el mar con toda su valentía y sosiego, porque desde arriba volveré y volaré.