las lágrimas fosilizaron,
la vista está fija,
mis pestañas son espadas,
desgarran al odio.
Es el viento quien me lleva,
el sol penetra en las heridas.
La sangre se diluye con la lluvia.
El aroma a tierra mojada
me devuelve a la vida.
Cuántas rutas trazadas,
cientos de alternativas,
elegí atravesar el valle
sin zapatos.
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