11.5.16

cuandoloimportantesenubla













Fue cuando me di cuenta de que sólo le observaba para encontrar lo malo. Que mis pensamientos eran siempre negativos en una continua  persecución por capturar los motivos por los que no me sentía bien. 

Siempre preguntándome motivos, siempre pegas, siempre en condicional, siempre miedo. 
La única hora en que observaba su belleza era cuando despertaba antes que él y sólo había silencio. Entonces, contemplaba su rostro absorto y entendía, o intentaba, el porqué estábamos juntos. 
De pronto, escrutando imágenes de otras parejas, entendí que el problema era mío. Que aun sabiendo de su belleza, de su extraordinaria humanidad, sólo me importaban todos esos requisitos que no cumplía. Sin pensar en que él, aun siendo yo así, me quería. Me esperaba. Me entendía, a su manera, pero lo hacía. Lo que se me olvidó es que un amor tan profundo se puede desperdiciar con rencores y malicias que no sirven para nada. 
Y es que, si se fuera, entendería que es porque me pasé. Pero es que si yo me fuera, creo que no podría vivir sin él.




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